Es posible que seas un amante de la historia, de las infraestructuras de antaño, de aquellas construcciones vetustas que son capaces de transportarte a tiempos antiguos y hacerte sentir realidades distantes o quizás sencillamente seas una persona que ha recibido como herencia una propiedad antigua.
En cualquiera de los casos, lo cierto es que tienes una inminente realidad frente a ti, deberás habitar una casa antigua y esto tiene una serie de implicaciones realmente importantes.
Vivir en una casa antigua puede ser muy atractivo, siempre y cuando hagas todas las reparaciones necesarias para evitar problemas y vivir rodeado de historia, pero con las comodidades de hoy.
Inspecciona la firmeza de los cimientos
Las casas antiguas suelen mantener, a simple vista, estructuras bastante fuertes, no obstante, comúnmente encierran secretos en su interior. El pasar de los años nunca pasa de gratis y siempre genera grandes estragos en lo que a estructuras respecta. La humedad, los movimientos telúricos, la estabilidad del terreno e incluso los insectos, pueden llegar a modificar tanto la estructura de una casa que es posible que tengas que rehacerla desde su columna vertebral.
Estudia la instalación eléctrica
Dependiendo de los años de la propiedad, es probable que los primeros habitantes de la vivienda que planeas habitar, hubieran tenido que alumbrar con velas y antorchas sus distintos espacios. Si tuvieron la oportunidad de disfrutar del sistema eléctrico, es muy probable que el que fue utilizado ya no se encuentre a la par de las nuevas tecnologías eléctricas. Así que siempre es conveniente que contactes a un electricista y verifiques la funcionalidad de lo que tienes y las actualices de acuerdo a llas nuevas normativas y a tus necesidades.
Revisa las tuberías
El sistema de aguas suele ser uno de los elementos que se ve más afectado por el paso del tiempo. Lo habitual es sustituirlas si ya tienen más de 30 años de uso, así que revísalo y sustitúyelo.